En armonía con el growth hacking, una growth strategy forma parte de esa mentalidad disruptiva que ayuda a una empresa a evolucionar y crecer. En el contexto de la transformación digital que vivimos, nacen nuevas formas de hacer frente al crecimiento de las empresas; las redes sociales, los dispositivos móviles o el machine learning son ejemplos de cambios disruptivos que están transformando la cadena de valor en las empresas. Ante este panorama, crear una estrategia de crecimiento, o growth strategy, es más importante que nunca.

El método que utiliza una empresa para expandir su negocio depende en gran parte de su situación financiera, la competencia e incluso la regulación gubernamental. Sin embargo, el elemento en común de todas ellas es su afán por crecer y desarrollar estrategias de crecimiento. La mentalidad que reina en este proceso de escalada es un objetivo: ¿cómo veo mi empresa en los próximos 5 años? Momento a partir del cual se establece qué hay que hacer en los próximos meses para lograrlo.

Una vez encontrado un modelo de negocio validado, muchos emprendedores se quedan estancados en la experimentación y no consiguen focalizar cuál es el valor de la empresa y explotarlo. En una estrategia de crecimiento se debe encontrar un equilibrio entre la ejecución y la visión para completar con éxito la evolución de la empresa.

Lo más común era centrarse en cuatro tipos de estrategias: la penetración en el mercado, la expansión en el mercado, la diversificación y la adquisición.

En una estrategia de crecimiento se pueden elegir distintos caminos o formas de alcanzar los objetivos fijados. Comúnmente se han establecido varias formas de llevar a cabo ese crecimiento, sin embargo, el objetivo constante de estas estrategias es reinventarse y buscar nuevas y mejores formas de crecer. Lo más común era centrarse en cuatro tipos de estrategias: la penetración en el mercado, la expansión en el mercado, la diversificación y la adquisición. Sin embargo, con el panorama digital actual se reinventan los distintos modos en los que se éstas se pueden llevar a cabo. Las adquisiciones, por ejemplo, se centran cada vez más en conseguir crecimiento en el sector digital o en Internet; las empresas buscan meterse dentro del sector ya que este les permite relanzar de distintas formas sus productos y servicios.

La culminación de la estrategia de crecimiento o growth strategy puede tener mejores o peores resultados. En el caso de una startup cuyo crecimiento es equivalente a una facturación que crece un 20% anual durante más de tres periodos seguidos, o se alcanza más de un millón de dólares en financiación, entonces hablamos de Scale ups. Estas empresas se caracterizan por ser perdurables en el tiempo y su porcentaje de fracaso es muy reducido; generan empleos a largo plazo, impulsan el desarrollo profesional de sus empleados, y a medida que crecen van ampliando plantilla.

Las empresas que decidan embarcarse en estrategias de crecimiento deben poseer una gran capacidad de aprendizaje permanente

El sector digital y tecnológico está en auge y en gran parte por la gran variedad de nuevas estrategias que apuestan por caminos innovadores y aprovechan los recursos de la digitalización de forma que permiten a las empresas ahorrar costes y buscar nuevas vías de difusión. Las empresas que decidan embarcarse en estrategias de crecimiento deben poseer una gran capacidad de aprendizaje permanente, así como acostumbrarse a vivir en constante cambio y evolución.

Escrito por:
Óscar Fuente
Director de IEBS y responsable de innovación académica y estrategia

 

 

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